Cada vez más compañías entienden que la salud mental no es solo un tema personal, sino un elemento clave para la productividad, la innovación y la retención del talento. La empatía, la prevención y el liderazgo humano se consolidan como los pilares de una nueva cultura organizacional.
La salud mental, una ventaja competitiva para las empresas
Cuidar de las personas ya no es una cuestión secundaria: es una estrategia clave para el éxito empresarial. En un mundo laboral cada vez más cambiante, donde la presión y la incertidumbre forman parte del día a día, la salud mental ha pasado a ocupar un papel protagonista. Así lo afirma Xandra Fernández, Directora de Personas y Cultura en Wonest, en una entrevista con RRHHDigital: “La salud mental no es un lujo, es una necesidad”.
Un liderazgo con empatía
Formada en Trabajo Social, Xandra Fernández representa una nueva generación de líderes que entienden que las empresas fuertes se construyen con personas equilibradas y escuchadas. Su filosofía es clara:
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Escuchar más y juzgar menos.
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Cuidar del bienestar emocional como parte de la estrategia.
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Liderar desde la cercanía, no desde el miedo.
Para ella, liderar con empatía no significa ser blando, sino ser consciente. Un líder que se preocupa por cómo están sus equipos consigue más compromiso, más creatividad y más resultados. “Cuando una empresa cuida a su gente, su gente cuida de la empresa”, resume.
Cuidar la mente es cuidar el negocio
Durante años, hablar de salud mental en el trabajo era casi un tabú. Hoy, las organizaciones más innovadoras lo ven como un motor de productividad y sostenibilidad. Un equipo emocionalmente equilibrado trabaja mejor, se adapta más rápido y se implica más en los objetivos comunes.
Invertir en bienestar mental no solo mejora el clima laboral:
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Reduce la rotación y el absentismo.
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Fortalece la confianza entre equipos.
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Impulsa la motivación y la creatividad.
Porque sí: las personas felices rinden mejor, y eso se traduce directamente en los resultados del negocio.
Del discurso a la acción
Hablar de bienestar está bien, pero actuar es lo que realmente marca la diferencia. Fernández lo tiene claro: la salud mental no puede depender solo de campañas puntuales o de un “día del bienestar”. Debe formar parte del día a día.
Algunas claves que propone:
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Promover la flexibilidad laboral y el respeto por la desconexión digital.
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Ofrecer formación en inteligencia emocional para líderes y equipos.
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Crear espacios reales de escucha y confianza, donde se puedan expresar las emociones sin miedo.
Son pequeños pasos que, con el tiempo, cambian la cultura de una empresa.
Romper el tabú
A pesar de los avances, sigue siendo difícil hablar abiertamente de salud mental. Muchas personas temen mostrar vulnerabilidad. Por eso, Xandra Fernández insiste: los líderes deben abrir la conversación y dar ejemplo.
Un simple “¿cómo estás de verdad?” puede parecer algo pequeño, pero es un gesto poderoso. Cuando las personas se sienten escuchadas, aparece la confianza. Y la confianza genera compromiso.
En ese entorno de apertura y empatía, los equipos florecen. La motivación aumenta y el trabajo deja de ser solo una obligación para convertirse en una experiencia con propósito.
Empresas más humanas, resultados más sólidos
El mensaje de Xandra Fernández es claro: la salud mental es una ventaja competitiva. Las compañías que entienden esto no solo atraen y retienen talento, sino que también construyen culturas más sostenibles y humanas.
En un mundo donde la tecnología lo cambia todo, el bienestar emocional se ha convertido en el auténtico diferenciador. Porque cuidar de la mente es cuidar del talento, y cuidar del talento es cuidar del futuro.
Basado en la entrevista a Xandra Fernández, Directora de Personas y Cultura en Wonest, publicada por RRHHDigital
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