Cuando Raúl Varela (Cádiz, 25 años) se presentó a su primer examen de oposición se sentía mal. Tenía el estómago cerrado. Estaba muy nervioso, más que cuando se presentó al examen de conducir. Para colmo, el día del examen tuvo que aguantar durante varias horas los nervios mientras esperaba para realizar la prueba que podía determinar su vida. Varela no sacó aquella plaza para el Ayuntamiento de Sevilla, tampoco otra a la que se presentó para la Universidad de Cádiz. Él mismo reconoce que no se preparó las pruebas a conciencia, pero afirma que haber afrontado el mal trago le ayudó a conseguir la plaza de administrativo del Estado el pasado febrero.
Presentarse no es lo más común. Según los datos del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) uno de cada dos inscritos a convocatorias de administrativos del Estado (el 55%) no se presentan el día del examen. Como las tasas para presentarse al examen no suelen superar los 30 euros, muchos opositores ni siquiera prueban suerte, aunque según la academia de oposiciones CEAC, muchos de ellos no se presentan porque sufren el «síndrome del impostor».
El síndrome le ocurre a las personas que sienten miedo a ser descubiertos, como si fueran una especie de impostores, ya que asocian sus éxitos a factores externos y no a su propio esfuerzo y dedicación. Según Mercedes Bermejo, vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, presentarse a varias convocatorias sin expectativas, como hizo Varela, y conocer el proceso es una de las facetas que pueden atenuar ese miedo.
Los expertos de CEAC creen que parte de los alumnos sucumben ante las altas expectativas y exigencias del proceso de preparación y por eso no se presentan a las convocatorias de empleo público. 2022 está siendo el año de la mayor oferta de este tipo de plazas de la historia en la Administración General del Estado, así lo destacó el sindicato CSIF tras su aprobación en mayo. En consecuencia, las academias esperan un aumento sustancial de alumnos que afrontarán estos problemas de primera mano.
No todos los nuevos candidatos tienen las condiciones para prepararse unas oposiciones. Para poder afrontar este tipo de exámenes, Mercedes Bermejo asegura que es importante llevar a cabo un proceso de toma de conciencia de lo que implica opositar. «Supone compromiso, entrega, renuncia y una serie de disciplinas que no todas las personas pueden entregar por diferentes circunstancias. Requiere planificación», afirma.
Luis Timón, gerente de docentesopositores.com, cree que las cualidades para preparar de manera satisfactoria unas oposiciones se entrenan, pero lo normal no es venir con ellas de serie: «Los opositores no vienen habituados por el sistema educativo a estudiar unas oposiciones, tampoco tienen estrategias para afrontar las dificultades propias de una. Cuando la gente no ve resultado inmediato, abandona».
El proceso se puede alargar desde los nueve meses en las escalas más bajas del grupo C, hasta los cinco años y siete meses que, de media, se tardan en aprobar algunas de las escalas más altas del grupo A, según los datos de academias de opositores y datos obtenidos por CincoDías.
Los opositores asumen un sentimiento de fraude, decepción y desarrollan un gran miedo al fracaso ante la dureza del proceso. Eva Soto, psicóloga de CEAC oposiciones asegura que el estado de ánimo, la mentalidad y el nivel de compromiso, afectan directamente al resultado final.
Luis Timón afronta muchos casos así en su academia. El profesor advierte de que los alumnos con mayor tasa de éxito son los disciplinados, no los inteligentes: «La gente que aprueba no suelen ser brillantes. Son constantes». Timón asegura que esa es la clave de las academias como la suya o CEAC: «El 100% de mis alumnos no saben estudiar, por eso acuden a una academia. Además de para aprender estrategias psicológicas que son fundamentales, como afrontar el folio en blanco».
Varela lo certifica. Durante la universidad fue un alumno «muy normal» que estudiaba, con suerte, unos días antes. Tuvo que cambiar sus hábitos de cara a opositar y llevar una vida «de monje». Para ello, comenzó a estudiar desde septiembre de 2020 hasta febrero de 2022, cuando sacó su plaza. «Es muy difícil comprometerte a estudiar unas oposiciones sabiendo que es como una jornada laboral sin remuneración», sentencia Varela.
Plazas.
El Gobierno y los sindicatos de la función pública pactaron en mayo 29.578 plazas de empleo público. De ellas, 15.880 son de nuevo ingreso; 9.591 puestos de promoción interna; y otros 4.107 de estabilización de temporales.
Tiempo medio.
Según datos obtenidos por CincoDías, a las oposiciones que más tiempo medio hay que dedicar para aprobarlas son las de registradores de la propiedad (5 años y 7 meses), las de Notaría (5 años y 6 meses) y las de Abogado del Estado (4 años y 6 meses).
Sector envejecido.
España es el segundo país con mayor ratio de edad de sus empleados públicos entre los países desarrollados, después de Italia, según los datos de la OCDE. Adán Rey, responsable de la academia de oposiciones Flou, comentó que se avecina un «boom» de aquí a finales de año de convocatorias de la AGE, escalas básicas y ejecutiva de la Policía Nacional.
Calidad de vida.
Según un informe de Oposita-Test.com, el 80% de los opositores afirma que su objetivo es buscar la estabilidad laboral y un puesto fijo para toda la vida, más allá del salario.
Facultades psicológicas.
Mercedes Bermejo afirma que hay muchas facetas que un psicólogo puede ayudar a obtener a un opositor. Por ejemplo, la organización, encontrar tiempos de ocio, diagnosticar cuándo es necesario pedir ayuda. La psicóloga afirma que todas estas facetas «se pueden entrenar».
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